10 de agosto de 2009

Nunca caces el zorro

Hace poco tuve el privilegio de tener una reunión con un distinguido hombre de negocios. Y antes de que lo preguntes, no, no fui a una residencia de jubilados para verle. Bill tiene ahora 81 años pero vino a mi oficina con una propuesta de negocio para una joint venture (empresa conjunta) que sería rentable en 3’5 años. Durante toda la conversación, Bill tenía el habitual brío y brillo en sus ojos de alguien que estaba obviamente disfrutando cada segundo de la conversación.

Al preguntarle sobre su experiencia previa, Bill me comentó que había tenido éxito con algunos negocios y pudo dejar de trabajar y retirarse en una isla de la costa este de EEUU en 1991 – hace 18 años, a los 63. HAbía conseguido el éxito que buscaba y nunca más se tendría que preocupar por el dinero. Fue entonces cuando me dijo, “Vivir en esa isla fueron los cuatro años más miserables de mi vida.” Volvió a sus raices y continuó con los negocios, que eran lo que realmente le motivaban.

Me dijo que, en definitiva, lo que le sucedió fue muy simple – “nunca caces el zorro.” – ¿Qué hacen los perros de caza si al final pillan al zorro? o ¿qué hace el perro si después de seguir al coche, lo alcanza? Fíjate, se sientan y rápidamente pierden el interés. De las metas, lo mejor es el camino.

No creas que conseguir tu objetivo es lo único emocionante. Has de entender que el proceso de llegar a él is de hecho más emocionante que llegar finalmente. El comentario de Bill me recordó que no sólo debo soñar en el futuro, sino saborear también el presente. !Disfruta cada paso del viaje!

Fuente: Traducido de Dan Miller (48days.com)

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