30 de octubre de 2009

Incrementa la productividad en tu negocio, una ventaja competitiva sobre la competencia

microsoft-office Si quieres hacer crecer tu negocio sólo hay dos formas, o incrementar los ingresos o el tiempo. En esta ocasión vamos a concentrarnos en el factor tiempo.

Una semana tiene 168 horas y una jornada laboral 8, por lo que si tú y tu personal ya estáis dando el 100%, la única forma de mejorar los resultados es incrementando la productividad.

Paquetes informáticos como Microsoft Office (personalmente, aborrezco la versión 2007, y a donde vaya busco la 2003) o su competencia gratuita OpenOffice nos permiten aumentar la productividad, crear documentos de aspecto profesional, y en definitiva, organizarnos mejor. Pero cuantos de nosotros sólo conocemos únicamente los aspectos más básicos de MS Word, Excel, Outlook y sin lugar a dudas, ¿Access? Como mucho sabemos cómo utilizar el 5% del potencial de estos programas, y una vez llegamos a ese punto, nunca más nos molestamos en averiguar todo lo que estos programas pueden hacer por nosotros.

Mientras tanto, las compañías que producen este tipo de software, no dejan de invertir tiempo añadiendo extras que podríamos utilizar si únicamente tomáramos el tiempo para aprenderlas.

Te aconsejo que dediques un día aprendiendo cada uno de los programas que utilices normalmente, te va a ayudar a ser más eficiente y así ahorrar un poco de tiempo que puedes utilizar para otras tareas como por ejemplo:

  • Contactar a clientes, en ocasiones estamos demasiado ocupados para acordarnos de que cuesta 5 veces menos mantener a un cliente actual que conseguir uno nuevo.
  • Planificación estratégica, el día a día del negocio es tan frenético que no tenemos tiempo para planificar la dirección del negocio o los resultados de nuestras estrategias.
  • Tener una vida equilibrada, ¿cuando fue la última vez que cancelaste una cena con tu pareja, ir a ver una obra de teatro de tu hija o partido de fútbol de tu hijo o, implemente, te tomaste unas cervezas con tus amigos?

Existen múltiples guías visuales con explicaciones prácticas para aprender los programas. Aún mejor, no mucha gente lo sabe, pero las compañías que producen estos programas ofrecen completos tutoriales gratuitos online:

  1. Microsoft Office 2003
  2. Microsoft Office 2007
  3. OpenOffice

Asegúrate de que tus empleados sacan el mayor provecho de los programas. Un día invertido en formación en grupo (tú incluido) te asegurará una ventaja competitiva frente a tus competidores. Yo no soy muy partidario de cursos individuales para los empleados. Un curso corto de uno o dos días no sólo incrementará la productividad de todo el equipo sino que mejorará la relación entre ellos y te ayudará a identificar trabajadores que ya son más productivos.

Al entrevistar trabajadores potenciales, no cuentes con que sea suficiente alguien incluya “conocimientos de Office” en el currículum, la mayoría de la gente considera “conocimientos” limitarse a utilizar Word como una máquina de escribir con pantalla (eso explicaría marcas de Tipp-ex en algunos monitores.)

Con la versión gratuita de OpenOffice te puedes ahorrar bastante dinero en licencias (de hecho, los gobiernos Chino e Indio utilizan OpenOffice en todos los ordenadores de sus funcionarios… haz los números.) Hasta Google está ofreciendo una versión online de procesador de textos básico, calendario y hoja de cálculo que se puede acceder desde cualquier acceso a internet sin necesidad de descargar o instalar programas en tu ordenador (o llevar los ficheros de arriba a abajo) y permitiendo compartir ficheros y calendarios. ¿Lo único que necesitas para los recursos ofimáticos de tu oficina? Los ordenadores más baratos que puedas encontrar con con una conexión a Internet de banda ancha.

Personalmente, yo utilizo mayormente MS Office 2003 para procesar textos, base de datos y como hoja de cálculo, OpenOffice para crear ficheros pdf y editar imágenes y sincronizo tareas y calendario entre MS Outlook y mi BlackBerry.

21 de septiembre de 2009

¿Disciplina o suerte?

Cuanto más duro trabajo, más suerte tengo. Una persona disciplinada se marca un objetivo, y entonces figura formas productivas de llegar a él.

La gente disciplinada no se deja desviar de su objetivo principal – podrían vivir en un almacén lleno de bebidas alcohólicas sin darse el gusto. Podrían vivir en una pastelería y no ganar peso. O podrían encontrar cientos de oportunidades económicas y entonces seleccionar una o dos que mejor encajen con sus puntos fuertes y las necesidades del mercado.

Si te falta disciplina, las posibilidades de acumular riqueza son muy, muy pequeñas. Es cierto que te puede tocar la lotería 6/49 (1 posibilidad entre 13.983.816), pero es más fácil que te alcance un rayo (1 entre 576.000.)

Una persona con autodisciplina posee un compás interno, un sistema de control de navegación. Autodisciplina quiere decir que que sólo haces cambios en el rumbo o correcciones cuando pueden ayudarte a conseguir tus objetivos.

A pesar de que tengas suerte, no hay garantías. Si a los 25 ganas €5 millones en la lotería, ¿aún serás millonario a los 65? Hace falta algo más que suerte para seguir siéndolo.

1 de septiembre de 2009

Consejos de Dale Carnagie: Sé un Líder

  • Como Ganar Amigos e Influenciar a las PersonasUtiliza elogios y apreciación honesta.
  • Cuando tengas que llamar la arención a los errores de la gente, hazlo indirectamente.
  • Habla sobre tus propios errores antes de criticar a otra persona.
  • Haz preguntas en lugar de dar órdenes directas.
  • Deja que la otra persona guarde las apariencias.
  • Elogia la mejora más insignificante, y alaba cada mejoría. Sé franco en tu aprecio y generoso en tus alabanzas.
  • Dale a la otra persona una magnífica reputación para estar a la altura.
  • Anima a la gente. Haz que los fallos y errores parezcan fáciles de corregir.
  • Haz que la otra persona se sienta feliz haciendo lo que sugieres.

Fuente: Cómo Ganar Amigos e Influir sobre las Personas de Dale Carnegie

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31 de agosto de 2009

¿Siempre se han de cumplir las normas?

Funny People Ayer por la tarde fui al cine a ver Funny People de Adam Sandler. Mi mujer estaba en España, y hoy es festivo en Inglaterra con lo que la mitad de la población se ha desvanecido con lo que en el cine éramos literalmente cuatro personas, un grupo de tres y yo. Hay quién pensará que ir al cine solo es bastante triste, pero entre gustos no hay nada escrito, y no todas las películas le gustan a todo el mundo.

En este caso, cómo un humorista famoso con leucemia se enfrenta a los últimos días de su vida en tono cómico/dramático mientras otro personaje va trabajando desde cero el círculo de stand-up comedy, no es que sea un favorito de mi mujer, especialmente cuando encuentra a Adam Sandler uno de los cómicos menos cómicos que hay. En ocasiones necesitamos desconectar, pasar tiempo con nosotros mismos.

En la entrada, la que parecía la jefa del turno – la otra opción era un chico de unos 18 años – me cobró por palomitas, Coca-cola, golosinas y entrada normal (no asiento Premium). Total: £18.87 (unos €21.)

Una vez dentro de la sala, el cine vacío únicamente con el grupo de tres personas, me senté en el asiento que se me había asignado, dos hileras delante de los asientos premium justo en medio. Mido casi 1m90, por lo que mi cabeza estaba justo delante de las otras tres personas. Así las cosas, y sin ánimo de ofender a nadie (el cine estaba vacío de todos modos), me levanté y me fui a sentar justo detrás de ellos, por casualidad – y suerte – en la primera hilera premier. No me iba a quejar, más espacio para las piernas y asiento ligeramente más cómodo.

Estábamos viendo los tráilers y justo antes de que empezara la película, el chico joven entra en la sala, se acerca a mi y me dice que no me puedo sentar allí, que me he de cambiar a mi asiento.

Un cine con 250 plazas y venden entradas numeradas ya es suficientemente absurdo. Que me hagan cambiar de asiento, infantil, y que el asiento que me habían asignado molestara a las únicas otras tres personas en la sala, deficiente servicio al cliente.

Así las cosas, me senté de nuevo delante del trío, dejé que se marchara el chico, y me volví a cambiar de sitio, esta vez, lo justo para evitar taparles la vista y disfrutar la película.

¿Qué logró exactamente la responsable del cine cambiándome de sitio? ¿Que no viera la película en un asiento que cuesta £2 más cuando la sala estaba vacía? ¿Demostrar que había ganado ella al hacerme “cumplir las normas”? ¿En algún momento pensó en los otros espectadores? El hecho de que los cines tienen más margen en snacks que en las entradas, ¿no hacía obvio que yo era un cliente que generaba más beneficio para el cine? ¿Por que alguien se esforzaría por cumplir las normas cuando no había ningún riesgo? La próxima vez me limitaré a pagar por la película.

¿Mantendrías el límite de velocidad a las 3:00 de la mañana si en el coche llevaras a tu mujer a punto de dar a luz?

¿Conoces a alguien que marca la donación de su devolución de impuestos pero no ayuda a pagar el alquiler a la vecina viuda que se ha quedado sin trabajo porque no se puede deducir el dinero?

¿Educadamente envías tu currículum a la empresa para la que te gustaría trabajar en lugar de llamarles o ir a visitarles porque dicen “No llamar, por favor”?

¿Cuáles son las “normas” y políticas de tu vida que evitan que recibas abundancia y éxito?

27 de agosto de 2009

Libro - The Millionaire Mind de Thomas J. Stanley

The Millionaire Mind The Millionaire Mind (La Mente Millonaria, no existe actualmente traducción al español) es lectura obligatoria para quién esté interesado en conseguir la independencia económica y/o a quién le fascine cómo los ricos logran el éxito. Este libro debería ser lectura obligada para estudiantes universitarios. Está llenos de consejos prácticos no únicamente sobre cómo proteger tu futuro económicamente pero también sobre cómo establecer prioridades, y no me refiero únicamente a hacerse rico. The Millionaire Mind cubre de todo, desde escoger una pareja a criar niños y comprar casas. Está cargado de sentido común y consejos prácticos.

Lograr gran riqueza nunca fue la principal prioridad en mi vida, pero pero estoy convencido de que, si hubiera leído The Millionaire Mind cuando era joven, podría haber sido socio del club de los millonarios. Aún más importante, como la mayoría de millonarios entrevistados por Stanley, lo podría haber hecho sin sacrificar mis valores, principios, mi carácter, o tiempo con mi familia. The Millionaire Mind es tanto una declaración de una filosofía de vida como una guía para conseguir grandes riquezas. El tono del libro es muy positivo y motivamente.

The Millionaire Mind hace desvanecer mitos populares sobre la gente rica – que consiguen el dinero al heredarlo, que se graduaron en las mejores universidades, y que sacaron las mejores notas de su promoción. La mayoría de los 733 millonarios que estudió Thomas J. Stanley no encajan con ninguna de esas características. Cuando se les pregunta cuáles fueron los factores más importantes de su éxito, los cinco más importantes (de 30) fueron:

  1. Ser honesto con todo el mundo
  2. Ser disciplinado
  3. Llevarse bien con la gente
  4. Tener el apoyo de la pareja
  5. Trabajar más duro que el resto de la gente

“Graduarse de los primeros de su promoción” estaba en el lugar número 30. Esta lista, mejor que cualquier otra cosa en el libro, es una confirmación de que carácter y compromiso cuentan realmente y que los baremos con los que calculamos los logros tienen que ampliarse.

Es alentador leer un libro que dice que el sueño americano todavía existe, que individuos pueden superar carencias, decepciones, fracasos, y probabilidades casi imposibles para lograr el éxito y la felicidad. Y se puede hacer éticamente, legalmente y en una sola generación, durante tu vida, como han demostrado muchos de los millonarios de Stanley.

Stanley y sus millonarios nos cuentan una historia de bendiciones, utilizar nuestros puntos fuertes, creer en nosotros, no dejar que los que nos critican nos desmotiven, y tomar responsabilidad de nuestras propias vidas. Sus millonarios han estado casados con la misma persona una media de 28 años. La mayoría vive modestamente dentro de sus posibilidades, pasan mucho tiempo con sus familiar, y no alardean de riqueza.

Traducido de: Amazon Customer Review de Dr. Fred Stephenson

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26 de agosto de 2009

La gente rica dice “yo creo mi vida.” La gente pobre dice que “la vida es así.” 4/4

Los Secretos de la Mente Millonaria En su libro Los Secretos de la Mente Millonaria, T. Harv Eker expone diecisiete formas en que las personas prósperas actúan de forma diferente a la gente pobre o de clase media.

En su primera clave, el autor expone que, para poder crear riqueza, es imprescindible que creas que estás al volante de tu propia vida, especialmente de tus finanzas. Si no lo crees, lo que estás afirmando es que tienes poco o ningún control sobre tu vida, y por lo tanto tienes poco o ningún control sobre tu prosperidad financiera. Esa no es una actitud propia de alguien rico.

¿Alguna vez te has dado cuenta de que normalmente es la gente pobre la que juega a la lotería? Se piensan que su prosperidad depende de la suerte.

Obviamente todo el mundo quiere que le toque la lotería, e incluso la gente rica de vez en cuando juega para divertirse. Pero, en primer lugar, no se gastan la mitad de su salario en apuestas, y en segundo lugar, ganar la lotería no es su principal “estrategia” para crear riqueza.

En lugar de responsabilizarse de lo que pasa en sus vidas, la gente pobre se hace la víctima. A menudo, el pensamiento predominante en la mente de una víctima es “pobre de mi.” Y voilà, gracias a la ley de la intención, eso es lo que consiguen: “pobreza.”

Observa que el autor dice hacerse la víctima, no ser víctimas. Nadie nace siendo una víctima. Algunas personas se hacen la víctima porque se creen que les sirve de algo.

¿Cómo puedes saber cuando alguien se está haciendo la víctima? Hay tres pistas obvias para identificarlos. A ver si reconoces a alguien que encaje con la definición.

Conclusión
T. Harv Eker propone una tarea que promete cambiar tu vida. En los próximos siete días, te reta a que no te quejes en absoluto. No sólo en voz alta, sino también en tu cabeza.

Culpar, justificar y quejarse son como aspirinas, pero no hacen más que reducir el estrés. Alivian el estrés del fracaso. Piensa en ello, si una persona no estuviera fracasando en algún aspecto de su vida, ¿necesitaría culpar a alguien o algo, quejarse, o justificarse? Obviamente la respuesta es no.

De ahora en adelante, cuando te oigas culpando a alguien o algo, justificando tu mala suerte o quejándote, detente inmediatamente. Acuérdate de que estás creando tu vida y que en todo momento estás atrayendo o éxito o fracaso.

Ahora estás listo para escuchar uno de los grandes secretos del mundo. ¿Estás listo? Lee esto cuidadosamente: ¡No existe ninguna persona rica que se haga la víctima! Además, ¿quién les escucharía? “Pobre de mi, tengo una rallada en el yate.” A lo que la mayoría contestaría, “¿Y a mi que me importa?”

Mientras tanto, hacerse la víctima tiene sus recompensas. ¿Qué saca la gente al hacerse la víctima? La respuesta es atención. ¿Es importante? Por supuesto, de una u otra forma es para lo que vivimos y la razón por la cual la gente busca la atención es porque han cometido un error crítico, el mismo error que todos hemos cometido: Hemos confundido atención con amor.

Es virtualmente imposible ser realmente feliz y tener éxito cuando estás constantemente buscando llamar la atención. Porque si lo que buscas es atención, estás a merced del resto. Acabas intentando contentar a todo el mundo a cambio de su aprobación. Buscar la atención es también un problema porque puedes acabar haciendo cosas estúpidas (5min mirando cualquier canal de televisión son suficientes para darse cuenta.) Es necesario que desenganches la búsqueda de atención del amor por una serie de razones.

En primer lugar, tendrás más éxito; en segundo lugar, serás más feliz; y en tercer lugar, podrás encontrar el amor “verdadero” en tu vida. Cuando la gente confunde atención y amor, no se aman el uno al otro, sino que “aman lo que la otra persona hace por ellos.” Por lo tanto, la relación se concentra en ellos, no en la otra persona o ambos.

Al desconectar atención de amor, serás libre de amar a la otra persona por lo que es, en lugar de por lo que hace por ti. Es hora de decidir, puedes hacerte la víctima o puedes hacerte rico y prosperar, pero no puedes hacer las dos cosas. Cada vez que culpes, intentes justificar o te quejes, estás degollando tu cuello financiero. Definitivamente se puede utilizar una metáfora más suave, ¡pero espero que la analogía te haga entender lo que te estás haciendo! Cuando alcances la prosperidad económica, podemos ser más amables, ¿qué te parece?

Es hora de retomar tu poder y reconocer que eres tú quien crea todo lo que forma o no parte de tu vida. Date cuenta de que tú creas tu propia prosperidad o falta de ella y todo lo que hay entremedio.

Para leer más:
Se hace la Víctima 1: Culpa
Se hace la Víctima 2: Intenta Justificar
Se hace la Víctima 3: Se queja
Conclusión

Fuente: Los Secretos de la Mente Millonaria de T. Harv Eker

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21 de agosto de 2009

Deshazte de tus viejas ideas

Gente altamente creativa suele tener mentes fluidas, flexibles y adaptables. Lo puedes ver en tres comentarios que suelen hacer:

  • El primero es simplemente “estaba equivocado
    La gente que no es creativa, están tan preocupados con estar en lo cierto que consumen toda su energía mental en obstruir, engañar, culpar y negar. Si estás equivocado, admítelo… acepta la solución y sigue adelante.

  • El segundo es “he cometido un error
    La gente que no es creativa cree que es un signo de debilidad admitir que uno se ha equivocado. Al contrario, es un signo de madurez mental, fortaleza personal y carácter. (Recuerda que todo el mundo comete errores todos los días.)

  • El tercer comentario es “he cambiado de opinión”
    Es sorprende en el número de situaciones incómodas en las que se meten y se quedan las personas no creativas porque son incapaces o tienen miedo de admitir que han cambiado de opinión.

Aquí tienes dos formas de desprenderse de ideas viejas y restringidas y conviértete en un pensador más creativo.

1. Admite que no eres perfecto, cometes errores, estás equivocado. Es una señal de inteligencia y coraje.

2. Cuando obtengas nueva información, ten la voluntad de cambiar tu opinión. La mayoría de lo que sabes hoy día sobre tu negocio cambiará completamente en los próximos años. Sé el primero en reconocerlo.

Fuente: Traducido de Brian Tracy (Early to Rise)

20 de agosto de 2009

¿Trabajo Astuto o Trabajo Duro?

La Semana Laboral de 4 Horas "Trabajo astuto en lugar de trabajo duro” o “Trabaja con la cabeza antes de trabajar duro."

Parecen tópicos, pero no lo son. La mayoría de veces trabajamos duro ANTES de hacerlo con la cabeza (o nunca acabamos utilizando la cabeza.) Es que, trabajar duro… es de hecho más FÁCIL que utilizar la cabeza.

  • Trabajar duro en la oficina
    Echa un vistazo a la mayoría de trabajos. Se pone MUCHO más énfasis en que estés en la oficina, trabajando todas las horas que tienes que trabajar, del que se pone en asegurarse de que cumples los objetivos establecidos. Claro está, siempre que te hayan puesto objetivos.
    La cuestión es que hay gente que han llegado a dominar el arte de “trabajar hasta tarde”, “estar ocupado siempre”, etc. Pero si los directivos se molestaran en prestar atención a los objetivos, se darían cuenta de que el individuo en cuestión no alcanza los objetivos.
    Si quieres más información en relación con este fenómeno, lee La Semana Laboral de 4 Horas de Timothy Ferriss.

  • Trabajar duro para continuar con el status quo
    Continuar con el status quo, y trabajar duro mientras lo haces atrae cero criticismo y la mayoría de veces, elogios sin importar si alcanzas los objetivos o no... si se ha acordado una forma de hacer las cosas, ¡adelante! Hazlo con ganas. De nuevo, a los resultados no se les da ninguna importancia, se estimula la conformidad.

  • Trabajar duro para poderte dar una excusa si las cosas salen mal
    "Qué le vamos a hacer, al menos lo he intentado, he trabajado muy duro."
    El problema es que no debería ser suficiente. En primer lugar has de tener claro cuál es el resultado deseado. Una vez lo has hecho, ¿por qué no buscar la forma más efectiva de hacerlo – cueste 40 o 4 horas?

Si el objetivo es la independencia económica y Múltiples Fuentes de Ingresos pasivos, entonces ¿porque no buscar una forma de conseguirlo con un esfuerzo mínimo para que puedas seguir buscando nuevas Fuentes de ingreso?

Lectura recomendada: La Semana Laboral de 4 Horas de Timothy Ferriss

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