18 de agosto de 2009

Vocación –> Carrera –> Trabajo

  • Vocación
    Vocación es la visión global, lo que quieres lograr con tu vida. Es cómo quieres que se te recuerde una vez ya no estés entre los vivos. Quizás quieras ayudar a reducir dolor y sufrimiento en el mundo, esa sería una parte razonable de tu vocación, llamada o, haciendo un paralelismo con el mundo empresarial, tu declaración personal de objetivos.

  • Carrera
    Una carrera profesional es un subconjunto dentro de las vocaciones. Si, por ejemplo, lo que quieres hacer es reducir el dolor y sufrimiento en el mundo puede que quieras ser un doctor, enfermero, anestesista, bioquímico, masajista, entrenador, cura, político, etc. Hay muchas carreras que encajan con esa vocación en particular.

  • Trabajo
    Trabajo es el componente más pequeño de los tres. Si enfermero o enfermera encaja como carrera para satisfacer tu vocación, ¿cuantos trabajos hay en tu ciudad para una enfermera? Probablemente hay miles. Pero si lo enmarcamos de esta forma, el trabajo es el componente más pequeño.

En caso de que odies tu trabajo ¿dejarlo quiere decir que has fracasado? No, vuelve a tu visión global ¿Qué quieres lograr en tu vida? ¿Cuál es la visión global de tu vocación, llamada, propósito, tu misión?

El problema es que normalmente la gente se concentra en la táctica (el puesto de trabajo) para llegar a la visión global en lugar del resultado mismo. Si no identificas tu trabajo como un medio o táctica para alcanzar tus objetivos globales, el trabajo, el invento en el que hayas estado trabajando o el negocio que has montado se vuelve demasiado importando y dejarlo, te da la sensación de que has de empezar tu vida de nuevo.

No has de encontrarte en esa posición. Ten clara tu visión global primero y después reconoce que todas las cosas que haces cada día no son más que movimientos tácticos para ayudarte a alcanzar tu objetivo final.

Aún así, en ocasiones te encontrarás en situaciones en las que no importa lo que hagas, continúas fracasando. En esas situaciones, es mejor dejarlo. No obstante, presta atención a la estacionalidad de algunos mercados. Por ejemplo, si empiezas a vender árboles de navidad en junio, no te desmoralices. Pero si después de un año sigues sin conseguir ganarte la vida, déjalo y haz alguna otra cosa. No esperes que la persistencia te haga tener suerte mañana.

Fuente: Dan Miller (48days.com)

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